Muchos padres en consulta llegan desesperados porque sus hijos no obedecen, exigen demasiado guiados por lo que ven en las redes sociales, algunos entran en una apatía o pereza que no quieren hacer nada porque sienten que todo se lo merecen, dicen que ellos no pidieron haber nacido, y a veces hasta argumentan que no vale la pena tanto sacrificio tanto esfuerzo o tanto estudio, para vivir con una vida de estrechez, y de lamentaciones como las que oyen cuando sus padres regresan del trabajo.
Muchos padres son de la generación donde el trabajo duro, hacer una carrera en el estudio o en la empresa era un camino fácilmente diseñado, y fácilmente elegible porque había profesiones y oficios claramente organizados en la sociedad.
Ahora son tantas las opciones y tan imposible poderlas experimentar todas para saber cuál es la que realmente gusta a cada hijo; que las preocupaciones, la ansiedad por el futuro, la incertidumbre de que camino seguir en cómo educarlos. Esto desespera a padres e hijos.
Los métodos de educación que aparecen actualmente entran en contradicciones que dejan a padres e hijos más ansiosos aún.
Como ya es común saberlo todas las preocupaciones, generan estrés y ansiedad determinan instalándose en el cuerpo de acuerdo a ciertos aprendizajes que hace el cerebro en la más temprana infancia. Algunos dormimos mal, a otros da mal genio, nos volvemos agresivos, a otros el miedo les afecta la respiración y la digestión, y así continuamos acumulando malestares y sin saber qué hacer.
Hoy las neurociencias nos explican que mientras no eliminemos las causas raíces que el cerebro aprendió de manera automática y sin ningún control de nuestra parte, en la infancia, no podremos manejar fácilmente la desubicación individual de cada uno de nuestros hijos.
Debemos desactivar los hábitos de pensamiento que están actuando como consecuencia de esos aprendizajes originales de nuestro cerebro más profundo y oculto, que pareciera que no lo podemos controlar, y que hace que nos sintamos tan mal y cada vez peor.
La metodología AONC que usan los mentores de bienestar actuales está diseñada para poder resolver desde el origen particular de cada hijo, estas tendencias y poder así lograr la satisfacción de brindarles las herramientas y habilidades cerebrales, para que encuentren su camino y ubicación en su vida. Y también para lograr nuestra tranquilidad y paz como padres.